viernes, 27 de enero de 2017

Primer Escrito

La educación del futuro presente

Las aulas del siglo XXI se han visto permeadas por las tecnologías de la información y de la comunicación, tal como ha sucedido con otros elementos de la sociedad, como el entretenimiento o la salud, y se trata de un fenómeno imparable que ha transformado nuestras vidas, nuestras percepciones del tiempo y de las prioridades. En esta reflexión sobre dichas transformaciones se pretende dibujar en primera instancia el impacto de las TIC en la democratización de la enseñanza, posteriormente se abordará el potencial que la tecnología aporta a la educación en materia de autonomía del estudiante y finalmente se tratará la cuestión de los retos de la alfabetización digital y de la incorporación de las TIC en ambientes educativos no ideales.

En primer lugar las TIC en su ascenso han permito llevar educación y conocimiento a lugares tradicionalmente apartados o con nivel de desarrollo dispar a la de los centros urbanos tradicionales, tendencia que en realidad se ha venido aprovechando con el surgimiento no solo de los ordenadores y la internet sino desde los primeros días de la radio y la televisión, como se vivió en el contexto colombiano con el bachillerato por radio y el programa Camina (el último desarrollado en los años 80 para reducir el analfabetismo en el país). La democratización de la educación mediante las TIC se ha logrado con el avance abismal entre la tecnología tradicional y las nuevas tecnologías; por ejemplo municipios que no poseen buena infraestructura cableada para telefonía disfrutan de la cercanía de torres de telefonía móvil que permiten acceder al internet inalámbrico.

Esta democratización de la educación mediante el acceso a contenidos de manera autónoma también ha permitido desarrollar ciertos procesos de aprendizajes independientes donde las lecciones corresponden a cursos masivos en línea, redes sociales o vídeos instruccionales en YouTube. Hoy en día, personas con habilidades se dedican a compartir su conocimiento en los medios digitales, permitiendo a personas en lugares recónditos del planeta, acceder a esa información casi que de manera instantánea y, quizás negativamente, sin filtros ni curaduría. No obstante, la sociedad del conocimiento nos ofrece alternativas como Free Basics, la iniciativa de internet gratuita financiada por Mark Zuckerberg, que va de la mano con la intencionalidad de abarcar la mayor población posible a fin de aumentar la audiencia de la publicidad ofrecida por la red social Facebook, que a pesar de su claro interés comercial le permite acceder a  personas en la provincia a servicios como Wikipedia, Weather Channel y otras herramientas útiles y educativas.

No solamente las TIC han permitido que la educación salga de los confines del aula sino que también nos han planteado retos que aún no han sido propiamente abordados, en primera instancia surge la interrogante de como alfabetizar a la población que está accediendo a la tecnología, ya de por si muchas personas asumen que por estar en un medio digital, la información es creíble cuando es evidente que la realidad es otra, por lo que el reto real no es aprender a manejar las herramientas tecnológicas educativas sino aprender a filtrar y analizar lo que se encuentra en la red. Por otra parte, en el contexto tradicional de la educación formal, es innegable que las políticas institucionales y gubernamentales apuntan a una incorporación de tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje tradicionales, no obstante, el segundo reto en este apartado corresponde a la incorporación efectiva en lugares con entornos no ideales; es decir, plantear estrategias en contextos donde quizás hay conectividad pero insuficiente hardware, o viceversa. La verdadera lucha del educador es aproximarse a las bondades de las TIC promocionadas por las instituciones y el estado en contextos totalmente alejados del ideal de incorporación tecnológica, por lo que emplear sistemas LMS, M-learning o B-learning en lugares donde no se dispone de infraestructura o el personal no está capacitado para manejar estas tendencias pedagógicas es una pérdida de tiempo.

Las TIC en nuestro futuro presente son una realidad inevitable, más aún en el contexto educativo, han permitido escapar de la “tiranía” de la formalidad para convertirse en una opción viable donde no hay alternativas tradicionales de formación, de igual manera han posibilitado el aprendizaje autónomo e infortunadamente irregular de personas que desean acceder a contenidos específicos y disponibles en la red pero aún quedan cuestionas por salvar como la no adecuación completa de los entornos formales de aprendizaje para acoger las TIC y la necesidad de alfabetizar en materia de selección de la información según su calidad. La buena noticia es que en estos procesos nunca se termina de trabajar y siempre habrá espacio para reflexionar y mejorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario